Leyenda de La Piedra Bermeja
Cuentan que en la antigüedad vivía en el Castillo una hermosa chica llamada Elisa junto a su padre. Un día, el alcaide del castillo llamado Abul vio a Elisa y se quedó prendado de ella comenzando a acecharla por todas partes. Hasta que un día mientras la jóven se daba un baño en el río Abul intentó un acercamiento, al ser rechazado sacó su puñal y se lo clavó, tiñendo la sangre de Elisa la blanca piedra por donde bajaba al baño. Abul desapareció y la piedra fue trasladada por el padre de Elisa a un sitio estratégico del Castillo para que su muerte no fuera olvidada.