la guinda a un pueblo de sueño
Qué gran descubrimiento Sajazarra. Y ya sabes, si vas a un sitio sin espectativa alguna y al llegar te encuentras con una maravilla, la sensación de satisfacción es aún mayor. Sajazarra no es el típico pueblo de cuento, yo diría que es el pueblo de cuento por excelencia.
Nada más llegar su pequeño puente y sus estrechas calles empedradas te sumergen en su atmósfera. Pronto divisas el espectacular castillo, la guinda perfecta. A día de hoy pertenece a particulares y cabe destacar que se construyó en el siglo XV y que se conserva en un estado casi perfecto.
Yo recomiendo rodearlo y disfrutar de todas sus vistas, de todas sus calles aledañas, de los pequeños rincones. Y ojo, tienes que hacerlo tanto de día como de noche. Lo que más me gustó de este pueblo es precísamente eso, tiene dos caras y las dos merecen una buena visita.