Castillo de San Felipe

Para cualquier visitante de la costa del Puerto debe ser bastante impactante encontrar esta fortaleza, que se conserva en perfecto estado, entre las piscinas del Club de Natación Martianez y la negra y maravillosa Playa Jardín, integrado a la perfección como un portuense más.
Y es un portuense viejo, ya que desde el siglo XVII defiende la ciudad, junto con tres fortines hermanos, de los corsarios y piratas que arrasaban las costas del Norte de Tenerife.
Hecho en negra piedra volcánica, la historia ha querido que fuera, aparte de castillo, enfermería, lazareto, depósito, ciudadela, sociedad de tiro y restaurante.

El Castillo de San Felipe se encuentra en el lado oeste de la ciudad, a unos 900 m del centro histórico, junto a Playa Jardín. Realmente, más que un castillo es un pequeño fortín, que fue construido en mampostería por Antonio Gallegos (según proyecto de Próspero Cassola) en el siglo XVII para defender el puerto viejo de los ataques de los piratas. La planta es un pentágono irregular y tiene dos alturas, estando rodeado de un foso.

Actualmente es un centro cultural municipal en el que se realizan conciertos musicales y exposiciones artísticas. Cuando yo estuve era la Noche de San Juan, y no se podía acceder al interior del castillo pues estaban con los preparativos para el evento, pero el horario habitual del centro es de martes a sábado de 11 a 13 h y de 17 a 20 h. Junto al castillo habían montado un escenario para un concierto nocturno, y varias hogueras en la playa.

Esta situado justo al lado de playa jardín se utilizaba para la defensa de piratas en la zona norte de Tenerife