Estas catacumbas constituyen otro...
Estas catacumbas constituyen otro enclave histórico e intrigante de la pequeña isla de Malta. Situadas en Rabat, muy cerca de la esplendorosa Mdina, estas catacumbas forman un enorme cementerio subterráneo que empezó a utilizarse en la época romana, alrededor del siglo III. Al parecer, en esa época, el pensamiento romano veía mal enterrar a los muertos en la propia ciudad, por aquel entonces Mdina, por lo que optaron por empezar a construir tumbas subterráneas que con el paso del tiempo derivó en un enorme cementerio bajo tierra formado por interminables y recónditas galerías.
Deben su nombre a la proximidad con la iglesia de San Pablo y porque se creyó que estaban conectadas con la gruta donde se refugió y escondió San Pablo cuando fue perseguido, por lo que la procedencia del nombre no es demasiado creibe ni significativa.
Lo que sí es importante es que este templo funerario constituye el más grande y antiguo resto arqueológico que evidencia la aparición del cristianismo en la isla de Malta. Actualmente protege el templo la asociación "Malta Heritage" y se permiten las visitas a una gran superficie de las catacumbas.
Aunque la visita con audioguía en castellano marca un recorrido prefijado y permite bajar a dos catacumbas, es la catacumba más cercana a la entrada la que tras bajar unas escaleras nos da acceso a la parte más amplia de este cementerio subterráneo laberíntico. No es una visita muy recomendable para aquell@s que sufran de claustrofobia, se agobien al estar bajo tierra y caminar por pasillos estrecho o tengan un poco de "miedillo". La audioguía te va explicando de forma muy amena todo el rato la historia de las catacumbas, ya que había zonas para familias ricas, zonas para celebrar un banquete tras el entierro, algún que otro mural e inscripción relevante, mármol en alguna zona concreta, una capilla, etc.
Eso sí, para l@s inquiet@s, aparte de atender a la audioguía, recomiendo dejarse llevar e investigar por su cuenta todos los recovecos de estas interminables galerías subterráneas, más de 2000 metros cuadrados de extensión en los que a veces llega a dar la sensación de que te puedes perder, ya que todas las galerías y pasillos son muy similares. Sin embargo, no os asustéis, está todo muy bien señalizado y aunque cuesta encontrar algún que otro "numerito" dictado por la audioguía, se acaba encontrando, no os agobiéis.
Lo que más me impresionó fueron, el elevado número de tumbas que había (más de 1000) y las diferentes formas escavadas en la piedra para albergar todo tipo de cuerpos, incluido el hueco para la cabeza, etc. Pero sobre todo, aluciné con las tumbas para enterrar a niñ@s y recién nacid@s muertos, que aunque parezca mentira, en las catacumbas de San Pablo hay muchas de este tipo :S, algunas realmente diminutas (no me acuerdo qué nombre les daba la audioguía), probablemente utilizadas para enterrar incluso algún que otro feto.
Resumiendo, un interesante paseo histórico y algo terrorífico entre antiquísimas e interminables galerías fúnebres situadas bajo tierra. Lo digo a modo de broma, pero no me gustaría que se fuera la luz mientras visito estas catacumbas, y menos, estando sólo, a más de un@ le podría dar un ataque de pánico de los buenos.
![](https://images.mnstatic.com/ea/59/ea5946dece8d10e789dfcca520968573.jpg?quality=75&format=png&fit=crop&width=65&height=65&aspect_ratio=65%3A65)
![](https://images.mnstatic.com/64/df/64df025381677f70f2c08aea66869812.jpg?quality=75&format=png&fit=crop&width=65&height=65&aspect_ratio=65%3A65)
![](https://images.mnstatic.com/00/0b/000b36f7099cc33b5ceb3bf437a19405.jpg?quality=75&format=png&fit=crop&width=65&height=65&aspect_ratio=65%3A65)