Catedral de Modena

Junto al vinagre balsámico de Módena, esta Catedral es lo más representativo de la ciudad. No es para menos, tiene 900 años y se construyó con pocos medios, entre otras cosa porque en Módena y alrededores no había canteras de piedra, así que utilizó todo lo que pudo encontrarse, como por ejemplo las lápidas del antiguo cementerio Romano. Cada piedra fue tratada para intentar darle uniformidad pero no puede negar que cada una es de su padre y de su madre.

El interior en cambio es completamente distinto. Aquí el ladrillo es el protagonista y no se tapó pues querían darle al interior el mismo ambiente acogedor de una casa.

Es una catedral con interesantes anécdotas históricas. Empezamos por ponernos ante su imponente torre de 90m, el símbolo más identificativo de la ciudad.

Se construyó hace 900 años y como en aquella época no tenían dinero para comprar piedra, la levantaron con piedras del cementerio incluidas las lápidas.

Pero esto no termina aquí. En la cripta se encuentra el santo obispo de aquella época y cada año abren su tumba para ver que sigue ahí su esqueleto.

En la catedral también podemos ver el asiento del verdugo, que tuvieron que ponerle uno aparte porque en aquel entonces nadie quería sentarse a su lado.

Patrominio de la Humanidad y edifício con estilo Romano. En la fachada podemos ver unos relieves donde se aprecia historias de la biblia como las de Adán y Eva y en el interior está la tumba de San Geminiano, el santo patrono de Módena, algo curioso es que puedes ver su cadáver, la tumba está abierta y todos los 31 de enero miles de ciudadanos van a ver si "aún sigue ahí" una costumbre que viene de hace muchos años.

La Catedral de Módena guarda los restos del patrón de la ciudad, San Gemignano. No te quedes en las vistas exteriores, entra a ver los leones rescatados de la época romana que hay en el interior.