Catedral de Puebla

Solo cuando estamos frente a ella nos damos cuenta de su gran tamaño y de que es la segunda en tamaño del país desde su consagración en 1649. Tambiés de cerca se ve la mezcla de estilos barroco y renacentista.
Y para recibirnos nada mejor que las estatuas de los ángeles que rodean el patio de entrada y que simbolizan el nombre de la ciudad: Puebla de los Angeles.
Dentro encontramos nada menos que cinco naves y catorce capillas llenas de tesoros materiales y espirituales.
Realmente es un universo dentro de un edificio. Hay que ir muy despacito para no perder detalle y disfrutar de toda la visita.

No importa cuántas veces la visite, siempre me genera experiencias y sensaciones distintas. Es digna representante del Barroco, mismo que abunda en la Ciudad de Puebla, sin embargo sus rasgos Herrerianos en el exterior brindan un equilibrio que evita una saturación a la vista, tanto en su interior como exterior, independientemente de la religión, se percibe un ambiente relajante y lleno de armonía, que yo describiría como único. Es un excelente lugar para quienes disfrutan tanto de la arquitectura como del arte, ya que su interior está lleno de impresionantes piezas y reliquias.

Fascinante su gran infraestructura, altamente recomendable los tours y las estancias de conocimiento habilitadas por el gobierno en el primer cuadro de la ciudad, vale la pena pagar los boletos ($60-120 pesos).

Al ser una ciudad planeada totalmente, es muy sencillo poder moverse a pie o en bicicleta por las calles. El coste es relativamente barato para comer a diario en puestos locales.

Puebla es una ciudad de cultura, historia su arquitectura totalmente colonial en el centro de la ciudad, vale la pena visitar y recorrer sus calles llenas de coloridos y tradición, desde un degustar un rico mole poblano hasta sus dulces típicos.
Y en una temporada del año que es en julio a septiembre probar sus reconocidos chiles en nogada.

A veces hay que mirar hacia arriba y descubrir nuevas perspectivas.
Las torres de la Catedral siempre me impresionan y me inspiran, sus diseños, cuando ves detenidamente y piensas ¿cómo pudieron hacer algo tan perfecto?
Sentarse a admirarla es un excelente momento, tomarse un tiempo para admirarla vale mucho la pena.

Los campanarios de la Catedral de Puebla son los más altos de todo México (69 metros). El interior es realmente deslumbrante, sus capillas laterales son muy adornadas, mucho barroco, y sus frescos, sobre todo del altar mayor, son espectaculares.
Por fuera la plaza de la Catedral está rodeada por una valla decorada con ángeles, los cuales, con un fondo de nubes adecuado hacen más bello aún este rincón.

Debes de ir.

Estás en la ciudad más barroca y es necesario pasar por alli.

Hermoso