Catedral de Santa María y San Julián

La exposición "La Poética de La Libertad" ha sido una interesante oportunidad para visitar la Catedral de Santa María y San Julián de Cuenca, la cual se convirtió en el impresionante continente de un proyecto que conjugó la visión de varios artistas respecto a libertad creativa y los derechos humanos, destacando la obra de Ai WeiWei, innovador y transgresor artista chino cuyo ímpetu creativo y compromiso con la memoria de un grupo de niños víctimas de neglicencia gubernamental le costó la degradante experiencia de la cautividad, la cual transmite fielmente en 6 piezas correspondientes a su proyecto S.A.C.R.E.D. También en esta muestra se repasó parte de la obra del grupo de los denominados "informalistas", importantes difusores del arte abstracto durante la censura franquista, que era bastante dura con cualquier tendencia que se le alejara de lo ortodoxo. Cuenca es el mejor lugar para albergar una muestra así ya que se ha ganado el título de capital del arte abstracto al ser la primera que tuvo un museo dedicado a esta tendencia dentro de España y Europa, alojado en las "casas colgadas", uno de los elementos arquitectónicos más peculiares y distintivos de Cuenca.

Terminado el desayuno me pongo en marcha hacia la parte alta de la Plaza Mayor donde se encuentra la Catedral de Santa María y San Julián.

Está edificada sobre la base de una antigua mezquita árabe, como era norma cuando los cristianos tomaban una plaza durante los años de la Reconquista, y la podríamos incluir dentro de la categoría del primer gótico francés. Aunque data del siglo XII ha ido sufriendo diferentes arreglos, añadidos y restauraciones, incluso hasta principios de siglo XX en que, como consecuencia de un hundimiento de la Torre de las Campanas producido en 1902, hubo que reconstruir la fachada principal en lo que es su aspecto actual, de estilo neogótico y según proyecto de Vicente Lampérez. En su interior me gustaría destacar los enrejados que dan paso al coro y al altar mayor, algunas capillas laterales que siguen conservando detalles de la antigua catedral gótica, el transparente abierto en la parte trasera del altar mayor realizado por Ventura Rodríguez y la Sala Capitular y la Capilla Honda con artesonados realmente excepcionales. Nos detenemos delante de unas curiosas vidrieras abstractas de Henri Dechanet, Gerardo Rueda, Gustavo Torner y Bonifacio Alonso que rompen con el clasicismo del entorno.

La catedral de Cuenca es una de las construcciones más bonitas e impresionantes de la ciudad. Su fachada es muy llamativa y da a la plaza Mayor. Es de estilo gótico normando y se empezó a construir en 1196. Precisamente la parte exterior fue renovada casi por completo en el siglo XVI, ya que no tenía demasiado valor artístico en la concepción originaria. Un siglo más tarde, en el XVII, se reformaron de nuevo la fachada y las torres, lo que le dio al exterior de la catedral un aire barroco que no tenía en la primera versión.

La catedral de Santa María y San Julián es el templo principal de la ciudad española de Cuenca, sede de la diócesis de Cuenca, en la provincia eclesiástica de Toledo. El 21 de septiembre de 1177, Alfonso VIII de Castilla reconquista la ciudad de Cuenca. Se constituye como sede episcopal en el año 1183. En esta época, el estilo arquitectónico predominante en los reinos cristianos españoles era el románico, pero la influencia normanda en la corte del rey Alfonso VIII determina la construcción de esta catedral, que fue la primera catedral gótica de Castilla junto con la de Ávila. Sin lugar a dudas