Como su claustro, que fue desmontado y trasladado a esta nueva catedral
La Catedral de Segovia, junto con la Catedral Nueva de Salamanca, constituyen los últimas manifestaciones del gótico castellano en el siglo XVI, cuando ya en España y el resto de Europa se imponían las formas del renacimiento.
Sin embargo, esto no le quita mérito en lo absoluto a esta magnífico templo en el que los arquitectos Juan y Rodrigo Gil de Hontañón, padre e hijo, dejaron lo mejor de su trabajo. La silueta elegante e imponente de esta catedral y su torre es distinguible a kilómetros de distancia y nos anuncia la llegada a esta preciosa ciudad.
Al acercarse a ella, la impresión es aún mayor al recorrer su soberbio exterior, de compleja disposición de niveles, coronado por gárgolas y pináculos, además de su interior con sus altísimas y elaboradas bóvedas de crucería, que alberga importantes tesoros artísticos que se han ido acumulando a lo largo de sus siglos de existencia, incluyendo algunos que pertenecieron a la desaparecida catedral primitiva de la ciudad.