El cementerio ilustre
Tras haber dejado atrás la empinada cuesta del Vía Crucis y llegar a la iglesia, lo que debe habernos costado, tan sólo un pequeño esfuerzo se convierte en una satisfacción.
Los muros del templo parecen guardar el secreto de este pequeño cementerio que alberga las tumbas de personajes ilustres que habitaron el municipio, como Antoni Gelabert o Antoni Ribas, entre la sangre real de los Lorena.
Pero sin duda, este enclave que tiene una de las más maravillosas vistas de Mallorca, atrae a amantes de la literatura de todo el planeta para ver el lugar de descanso de uno de sus grandes, el poeta y escritor Robert Graves. Enterrado en 1985 en su adorada Deiá, donde vivió desde 1946, la tumba apenas si mide lo que un cuerpo humano, y sobre ella, alguien escribió sobre el cemento fresco el nombre del genial Graves y debajo su oficio, poeta.