Cementerio de La Recoleta

Me resulta curioso hoy en día adentrarme en el cementerio de La Recoleta con mi cámara de fotos cuando siendo una niña el sitio me daba muchísimo miedo. El tiempo ha pasado para mí, pero también para este rincón increíble de Buenos Aires, tan único en el mundo que ha sido declarado Museo Histórico Nacional.
El cementerio de La Recoleta fue inaugurado en 1822, aunque en 1880 su abandono era tal que sufrió grandes modificaciones. La mayor parte de sus espectaculares estatuas y esculturas fue construida a partir de esa época. El sitio tiene una belleza muy particular y un emplazamiento asombroso. Ubicado en una de las mejores zonas de Buenos Aires, ocupa 4 manzanas. En ese espacio hay nada menos que 6000 sepulcros a perpetuidad, y más de 70 bóvedas que han declaradas Monumento Histórico Nacional.

Me encantó el barrio de la Recoleta de Buenos Aires, por un lado parques, la plaza francia llena de puestecitos de artesanía, músicos tocando en los parques, grupos de gente sentados en el césped tomando mate... Luego la monumentalidad, la elegancia del barrio, en contraste con otros barrios (quizás no con el encanto de los otros), paseaperros paseando a 20 perros juntos....Y de repente, la paz, la tranquilidad y la majestuosidad detrás de los muros del cementerio de la Recoleta.
Como está en el barrio más elegante de Buenos Aires, se convirtió en el cementerio de gente rica e importante, y eso se nota en las tumbas, en los panteones. Es un paseo casi por la historia y por el arte, ya que muchas de las esculturas que lo llenan, son impresionantes.

Aquí la gente mantiene los mausoleos más impresionantes que he visto, las historias de esos pequeños monumentos que se convirtieron en tumbas alcanzan detalles como guerras entre jefes mediáticos, políticos, héroes de guerra, controversia, historias de amor no correspondido, mitos y leyendas del Sur de América. Les recomiendo tratar de conseguir un guía como el Sr. Osvaldo, quién al preguntarle acerca de si ha visto fantasmas nos responde de modo jocoso y melancólico (típico del Sur): "Cuando estaba vivo no". Vayan, si lo consiguen, bríndenle un agua de mi parte.

Situado en pleno centro del señorial barrio de Recoleta, esta impresionante ciudad de los muertos (ilustres, eso sí) es uno de los lugares más fascinantes de Buenos Aries. Todo el cementerio se estructura a modo de calles, avenidas, ¡incluso plazas! Bellísimas estatuas de mármol, criptas señoriales e incluso algunos sarcófagos abiertos. Presidentes, actores, militares, gente rica... La tumba de Evita es, por supuesto, la más visitada. Aunque a la entrada del cementerio se distribuyen mapas, no os será difícil encontrarla. Al igual que cuando estaba viva, ¡siempre está rodeada de flashes! Un consejo: mejor ir al cementerio por la mañana, ya que cierran pronto, a las seis de la tarde.

Lugar que realmente tiene la capacidad de transportar a quien lo visita y camina por sus calles llenas de arte, a un mundo ireal donde lo que más prima es la calma que transmite.

Con mausoleos tan antiguos que incluso se pueden ver los ataúdes a través de las puertas siempre tan detalladamente decoradas que podría quedarme horas viendo cada rincón del lugar... tuve la suerte de ir en un día nublado, la entrada es gratis, aunque también hay tours guiados.