Cementerio de San Fernando

El cementerio de San Fernando es el camposanto de Sevilla. Inaugurado a mediados del siglo XIX en las últimas dos décadas ha experimentado un notable cambio a raíz de las inversiones que la etnia gitana están realizando.
Con singulares zonas artísticas, algunas ya en ruina, pero que le aportan un peculiar sabor "romántico", la construcción de faraónicos panteones -de muy dudoso gusto artístico- en el corazón de la zona noble del cementerio, ha devaluado su categoría monumental. Eso sí, lo ha dotado de una dimensión folclórica muy pintoresca.
El mejor día para visitarlo es el 1 de noviembre, día de Todos los Santos.

Joselito el Gallo murió en 1920 en la plaza de Talavera de la Reina, tras ser cogido por el toro Bailaor. Era tan devoto de la Macarena que le había regalado las mariquillas (o sea, las flores que lleva bailando sobre el pecho, que según algunos son esmeraldas y según otros cristal de roca verde), e incluso parece que había pensado en hacerle unos varales de oro para el palio. La muerte le llegó demasiado pronto, y la desolación en el barrio fue tal que vistieron a la Macarena de luto e incluso parece que quisieron llevarlo al cementerio en el palio con el que la Virgen sale a la calle cada Madrugá del Viernes Santo (si el tiempo no lo impide, que hasta en eso es taurina).

No recomendable para poco espíritu.