El lugar más sagrado de América
No se puede tener más motivos y razones para ser considerado un auténtico santuario para todos los americanos. Primero porque en él yacen muchos héroes nacionales, y segundo porque estas tierras una vez fueron propiedad de George Washington, el primer presidente de la nación americana y padre de la Independencia.
Lo que no iba a imaginarse Washington, era que sus propias posesiones iban a ser lugar de enterramiento para los hijos de la nación que fundó. Y lo más curioso, tuvieron que ser ocupadas por los cuerpos de los que murieron en la Guerra Civil, una guerra entre hermanos. Me gustaría saber que hubiera opinado Washington de eso....
Ahora, las tumbas que se alinean de manera perfecta, y los pequeños panteones superan los 300.000 cuerpos enterrados, entre los que se encuentran combatientes de la guerra de la Independencia, de la Segunda Guerra Mundial o del Golfo Pérsico; astronautas y exploradores, médicos y enfermeras, deportistas y políticos y sobre todo las tumbas del asesinado presidente Kennedy y de su esposa Jacqueline con su hijo. Tras sus lápidas de granito de Cabo Cod -donde se encuentra la casa familiar de los Kennedy, arde una llama que no se apaga nunca.
Es realmente impresionante el silencio que se percibe con cada uno de los sentidos y sobre todo pensar que se mire a donde se mire estamos rodeados de tumbas, de héroes y sobre todo de un país que se levantó con el polvo que ahora yace bajo las lápidas.


