Estación de Amberes-Central

Wow! Si llegan a Amberes en tren, la ciudad les impresionará desde que salgan del tren!
El Newsweek norteamericano clasificó esta estación de trenes entre las 5 más bellas del mundo.. Y la verdad es que vale la pena echarle un vistazo!

Construida en 1905, tiene pinta de iglesia o basílica, y tanto desde fuera como desde dentro es una verdadera obra de arte, colorida y refinada.

Podrán encontrar dentro una oficina de información turística, y comprar billetes (cuidado las máquinas para billetes nacionales no aceptan sino tarjetas de débito belgas).

La estación de tren de Amberes es una de las más populares del país. Le llaman “la estación”, porque es como la reina de todas ellas. Y la verdad es que cuando uno se baja en tren desde su interior, como me pasó a mí, ya sorprende. Su estructura enorme, rojiza y su interior decorado al estilo de un gran palacio, no deja indiferente al viajero.

Es de esos sitios que te das cuenta, rápidamente, que es importante. No hace falta haber leído una guía o algún comentario de algún viajero por aquí. Es bajarse del tren y darse cuenta de que estás en una estación especial. Y si no vas en tren, acércate,

Esta estación de corte neobarroco fue construida bajo las órdenes de Leopoldo II. Su elegante vestíbulo y las escaleras de mármol hacen de ella una estación muy glamourosa. Me impresionó mogollón cuando bajé del tren, pero grande fue el chafón que me llevé al salir fuera y ver que estaba en reformas... Así que el exterior me lo perdí :(

Está justo al lado del barrio de los Diamantes y del zoológico. En 1o minutos caminando llegamos al centro de la ciudad.

Dicen que la estación de trenes de Amberes es una de las más bonitas del mundo. Yo creo que razón no les falta y que aunque no llegues en tren a la ciudad de los diamantes debes incluir este lugar en tu ruta por los lugares que ver en Amberes pues es realmente impresionante.
Incluso el modo en el que se han unido elementos antiguos con otros modernos que facilitan el tránsito de pasajeros y trenes es muy acercado. A destacar lo luminoso de su interior, incluso en los días nublados.

La Estación Central de trenes de Amberes, por si sola hace que merezca la pena una visita a esta ciudad. Considerada como una de las estaciones más bonitas del mundo, puedo afirmar que no están muy equivocados, por lo menos de las que yo haya visto. Llegar aquí en tren, salir del vagón y encontrarte con esto, es sin duda una de las mejores experiencias en Bélgica.

Construida en 1905, está inspirado en el Panteón de Roma (fíjate en su techo) y se utilizaron una veintena de diferentes tipos de mármol, ganándose el sobrenombre del “Templo de Mármol” o “Catedral Ferroviaria“.

Dedícale

Tú caes en Amberes, que en flamenco es Antwerpen, y dices: ¿qué? ¿Antwerpen? ¿En qué país estoy? Al menos fue lo que me pasó a mí, que perdiendo un tren que enlazaba Ámsterdam y Brujas me vi perdida durante un rato en la ciudad. Más que en la ciudad, en la estación de la ciudad: la Centraal Station de Amberes es de las estaciones más bonitas de Europa, ¡del mundo! si hace falta. Majestuosa, imponente, con una preciosa cúpula, es la mejor puerta de entrada a Amberes. Y si no llegas en tren, no dejes de ir a verla. Es imprescindible.

Cuando planeamos nuestro viaje por Flandes, decidimos establecer nuestro "campamento base" en Bruselas. Escogimos un hotel muy cercano a la estación central de trenes de la capital belga (Brussels Centraal) para así poder desplazarnos con mayor facilidad por todo el territorio flamenco en transporte público.

La decisión acerca de cómo nos desplazaríamos por Bélgica la tomamos por tres razones principales. En primer lugar, porque el servicio ferroviario belga es de altísima calidad: Trenes limpios y bien conservados, elevada frecuencia de paso, gran capilaridad de la red, precios competitivos y óptima conexión con el transporte de cada ciudad o región. En segundo lugar, porque la mayoría de los centros urbanos de las principales ciudades flamencas están peatonalizados o bien existen restricciones al paso y/o estacionamiento de vehículos privados, siendo el precio de los párkings y zonas azules muy alto. Y, en tercer lugar, por una mezcla de conciencia ecológica y romanticismo por la mística de los viajes en tren. Así pues, el tren se nos antojó como una muy buena opción (rápida y económica) para desplazarnos por toda este territorio.