Aprovechamiento de terrenos de una forma peculiar
No hace mucho que un periódico de tirada nacional en Escocia describía la parte más nueva de la ciudad de Stirling como desastrosa, desorganizada y abandonada lo que hizo que las autoridades locales, dolidas y soliviantadas establecieran un plan de modernización y renovación, que en la actualidad sigue.
El centro comercial de Burghmuir fue parte de esta remodelación y básicamente la idea era limpiar un inmenso solar de viejos almacenes y construir algo con glamour y que diese a Stirling otros aires. Tras varias propuestas se decidió por incorporar dos marcas muy prestigiosas en el mercado británico, sin presencia en la ciudad: Waitrose (del grupo John Lewis) y TKMAX. El espacio sobrante fue adjudicado a maplin, expertos en electrónica pero con algo de menos caché que los anteriores.