Sandra Barral
Una postal de 360 grados
La del cerro Campanario es quizás la mejor vista que haya tenido la oportunidad de disfrutar en mi vida. Y he escuchado que muchos coinciden en esto.
Bariloche es famoso por los paisajes que lo circundan, y lo que se puede observar desde la cima del cerro Campanario, sin duda es lo mejor de la zona: Una postal de 360 grados que lo deja a uno sin palabras.
Llegar es fácil, desde el pueblo se puede tomar el autobús número 20, que realiza el trayecto por un vía hermosa que bordea el lago Nahuel Huapi. Al cerro, que tiene una altura de 1050 metros, es posible subir en aero sillas (el costo es de 10 euros aproximadamente y se llega en 7 minutos) o caminando.
Arriba hay una cafetería y un quiosco de souvenirs, que confieso pasaron desapercibidos para mis ojos, que se quedaron atrapados con el escenario perfecto que regala la cumbre. Además, para mi suerte, subí en un día completamente soleado y con poco viento, así que aun cuando hacía frío, pude apreciar un cuadro impecable de lagos montañas y bosques que se me hizo la obra de arte de alguna deidad.
Se ven los lagos Nahuel Huapi y Perito Moreno, la laguna El Trébol, las penínsulas San Pedro y Llao Llao, Isla Victoria, los cerros Otto, López, Goye, Bellavista, Catedral, Capilla; el hotel Llao Llao y las arboledas de Colonia Suiza, entre otros puntos de interés. En resumen, es el rostro de la Patagonia, conmovedor como pocos.
A mi modo de ver, su mejor ángulo es el que mira hacia el hotel Llao Llao. A lo lejos se observa esta maravillosa construcción que bien puede ser el próximo rincón a visitar, una vez que el espíritu acepte desprenderse de la magia que regala el Campanario.
Se ven los lagos Nahuel Huapi y Perito Moreno, la laguna El Trébol, las penínsulas San Pedro y Llao Llao, Isla Victoria, los cerros Otto, López, Goye, Bellavista, Catedral, Capilla; el hotel Llao Llao y las arboledas de Colonia Suiza, entre otros puntos de interés. En resumen, es el rostro de la Patagonia, conmovedor como pocos.
A mi modo de ver, su mejor ángulo es el que mira hacia el hotel Llao Llao. A lo lejos se observa esta maravillosa construcción que bien puede ser el próximo rincón a visitar, una vez que el espíritu acepte desprenderse de la magia que regala el Campanario.
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