¡Los milenarios glaciares del Tronador!
Si hay espectáculos dignos de verse en cualquier época del año de la que se trate, es visitar el Cerro Tronador en la Cordillera de Los Andes, el más alto de Bariloche, y sus nieves eternas después de haber cruzado el puente del Río Manso y atravesado el sinuoso camino de montaña totalmente poblado por espesos y tupidos bosques de Coihues, camino totalmente de ripio pero claramente señalizado.
Los glaciares milenarios que habitan sus cumbres, de cuyos desprendimientos proviene su nombre, se debe al tremendo ruido que hacen los constantes despeñes de sus siete altísimas crestas, una de ellas es el famoso Ventisquero Negro, y que tanto se asemejan a los truenos durante las grandes tormentas, pero que allí son casi constantes. El paisaje es sobrecogedor por su descomunal magnificencia y logran dejarte mudo (que logren dejarme muda a mi ya es un milagro).