Simonetta Di Zanutto
Para cuando se tiene mucha hambre
Porciones generosas, un menú casi infinito, horarios flexibles y precios honestos: a esta cervecería — que es también pizzería y un poco de picoteo— tenéis que ir cuando tengáis mucha hambre. Y no os arrepentiréis: es imposible salir de aquí con un hueco en el estómago.
La elección es muy variada, pero todos ellos se centran en la pizza, focaccia, tostas o piadine, cuya característica principal es que se pueden rellenar de todos los ingredientes imaginables. La variedad es tal que cada plato se combina con un número para facilitar los pedidos a los camareros. El ambiente tiene un alma vagamente alemana y de Europa Central y hay mucho espacio para grupos grandes.
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