Para turistas, pero merece la pena
Bastante cerca del Intercambiador de Santa Justa (en su parte superior), está la Cervejaria Trindade. Ya sólo el entorno es un lujo, con sus bellísimos azulejos.
Puedes pedir la especialidad del día, pero si vas a partir de las 3, puede que ya no quede. Eso fue lo que pasó a mi, que me quedé con unas ganas de probar el arroz con pato... Pero fue bien sustituido por unas croquetas caseras de carne picada de entrante, ¡espectaculares! De segundo, una espetada de novillo, un pincho enorme bien cargado de carne y con su pimiento y cebolla, ¡mmmmm!
Al ser una cervecería, no puedes dejar de probar alguna de las variedades que ofrecen. Como ya he comentado en otros restaurantes de Lisboa, hay que tener cuidado con el pan, la mantequilla y el queso que te ofrwecen, porque te lo cobrarán. No pudimos dejar de probar el queso, que estaba realmente bueno, pero los 3 euros que nos cobraron me pareció un poco excesivo... No es barato, sin postre nos salió 15 euros por persona, pero para lo que comimos me pareció justo.