Hemos comido genial en este restaurante, en pleno barrio de Sablon.
Unas típicas croquetas de camarones y una curiosa ensalada de escarola con vieiras, castañas, calabaza para picar; y luego carne de Faisán.
Las raciones muy abundantes y la presentación excelente (¡también se come con la vista!).
Próximo a la Iglesia de Notre Dame du Sablon, nos encontramos este buen restaurante (algo caro). La comida y el servicio muy buenos y el local muy bien refrigerado. El problema estuvo en que no disponían de carta en español y entender una carta en inglés no es sencillo cuando son platos tan elaborados, que no son platos comunes. Por supuesto, tampoco nadie hablaba español. Al final, conseguimos acertar pero no fue fácil.
Chez Lola, un elegante restaurante francés situado en el centro de la ciudad.
Deliciosa la salade frisée con castañas, calabaza y vieiras.
