alicia
toda una experiencia!!!
Justo delante de la entrada del impresionante Hotel Convento dos Capuchos hay un bar/churrasquería que pasa sin pena ni gloria a la vista...
En pocas palabras: las patatas fritas son de bolsa, no hay postres caseros, el vino tinto es de grifo y el señor que te atiende tiene pinta de haberse levantado de mal humor.
Pero el churrasco es otra cosa. La enorme churrasquera que tienen fuera ya le hace a uno pensar.... otra cosa no, pero el churrasco está tremendo! y además te lo hace para llevar.