Es como la casa de los abuelos
Una casa de pueblo en la parte antigua de Benicassim, con dos plantas y mobiliario variopinto, así como la decoración de las mesas. Que con una factura como esa tuviera salvamanteles de papel es algo que no me hace demasiada gracia.
Hay una pequeña barra para tomar algo y esperar a ser sentado en la puerta, y una pizarra con lo que hay ese día, como cigalas a nueve euros la unidad, o gamba roja a ocho.
La materia prima es buena, y la preparación de los platos está bien, pero hubo unanimidad en que el San Pedro que casi todos pedimos de segundo, no era para tirar cohetes.
El revuelto de huevos de oca que traen de Segovia, está bien para probar y compartir.