Claustros De La Compañía

Es la única edificación de la ciudad que se conserva como en la época colonial. Construido en 1660 como parte del complejo monumental del antiguo convento de la Compañía de Jesús, este conjunto está integrado por diversos edificios levantados por los jesuitas tanto para fines religiosos como para vivienda. Destaca la Iglesia de la Compañía, diseñada en 1573 por Gaspar Báez y fue destruída, cómo no!!!, por un terremoto en 1584, la estructura actual data de 1650. Los claustros son tres consecutivos con altas arcadas y una rica decoración en sus columnas y gárgolas para desaguar el agua de las lluvias.

La iglesia de la Compañía es una de las numerosas iglesias ubicadas en el centro de la ciudad, uno de los ejemplos más destacados de la llamada arquitectura mestiza.
En el interior del templo se pueden apreciar retablos de madera tallada recubiertos con pan de oro. Recomiendo ir, saliendo de esta iglesia a los claustros que conservan la arquitectura colonial.

Cerca de la iglesia de la Compañía se pueden visitar de forma gratuita estos claustros. Sus columnas están bellamente talladas, y en el centro del primero hay un bella fuente. Ahora lo que fueron celdas se han convertido en tiendas de artesanía peruana de calidad. No hay que dejar de subir las escaleras para disfrutar de la perspectiva de la iglesia contigua desde lo alto, así como poder ver el claustro desde otro lugar.

Arquitectura colonial, contraste de la piedra volcánica de su construcción con la armonía en el diseño del complejo, un lugar muy tranquilo y es uno de los pocos lugares que aun se conserva sin haber sido modificado.

Una de las mejores vistas de la ciudad es poder pasear por la zona mas alta de este claustro precioso.

Lindo lugar, abierto al público, hoy funcionan restaurantes, bares, cafés, linda arquitectura de dos pisos. Me hubiese gustado que nos guiaran o contaran algo de su historia.

Para apreciar la linda arquitectura u obras de arte que sabe haber expuestas, también es excelente para encontrar algunos restaurantes o cafés dentro y disfrutar de algo delicioso.

Por fuera puedes apreciar la arquitectura y debes pagar entrada. Lo bueno es que no tiene mucha fila para ingresar.