Un oasis en medio del desierto
Para el que busque hacer deporte el hotel está hecho a su medida, tiene prácticamente de todo y las instalaciones están bien, pero este es el único punto bueno que tiene a su favor, todo lo demás es bastante criticable.
Me he alojado en hostales que tenían mejores habitaciones, para empezar no hay ni televisión, y por lo demás todo muy simple, como un hotel de dos o tres estrellas.
El desayuno tiene un precio por persona de 11 euros y la verdad que cualquier hotel de tres y cuatro estrellas lo supera con creces. No os atrevais a probar los croissants y una especie de napolitanas que hay porque están super duros y no se pueden comer. Los cereales estaban un poco blandos, que se notaba que llevaban allí tiempo.