Colegiata de Santa María de la Asunción

Pocas iglesias de la provincia de Sevilla pueden presumir de contener tantas obras de arte en su interior. Por fuera, la Colegiata de Osuna es ocre, adusta y algo sobria. Por dentro, con aires renacentistas y platerescos, reparte sus riquezas en torno a un espacio muy amplio que contiene tres naves con varias capillas, a cual más hermosa.
Se puede llegar fácilmente al éxtasis artístico frente a la de la Virgen de Granada o la del Santo Seprulco, que se encuentra justo encima de los panteones ducales, con un altar mayor que es una atípica explosión barroca representada sobre un lienzo de mármol.

La Colegiata de Osuna

Osuna, al igual que su vecina Carmona, tienen un patrimonio artístico y cultural a la misma altura que Sevilla, la capital de la provincia.

En este caso, La Colegiata de Nuestra Señora de la Asunción, fue construido al más puro estilo renacentista de la época. El año de construcción se inició en 1536, por orden de Juan Téllez Girón, IV conde de Ureña.

Es un edificio de grandes dimensiones, tiene una planta rectangular dividida en tres secciones, cada una de ellas de 20 metros de altura. Se construyó con material extraído de las canteras de la misma zona de Osuna.

Hemos estado hoy en la colegiata y nos han dado con la puerta en las narices, dentro del horario de visitas, una señora que es la guía tiene el monopolio y no deja entrar en la iglesia salvo pago, una vergüenza.

Hay que venir y ver desde aquí un atardecer como yo lo vi al casarme y salir por la Puerta del Sol