En el marco incomparable de la sierra...
En el marco incomparable de la sierra de La Cabreray a escaspos 60Kms. De Madrid, se encuentra esta joya que por desgracia es muy poco conocida por los madrileños.
Se trata del Convento de San Antonio en el municipio de La Cabrera. De la época de su construcción existen diversas teorías. Según algunos historiadores lo situan hacia el año 1088 por los benedictinos bajo la advocación de San Julian. Otros sin embargo por los restos encontrados en el interior de la iglesia la situan en época prerománico o visigótico.
En el año 1415 cuando los franciscanos relevan a los benedictinos fué cando el convento realmente tomó auge. Entre los siglos XV y XVIII se cearon en el una Escuela de estudios Teológicos, gramática y una casa de recoleción.
Como consecuencia de esto el propio Cardenal Cisneros trajo a este lugar a enterrar a su padre, igualmente el XV Duque del Infantado D. Íñigo López de Mendoza pasó en este lugar grandes temporadas.
De la época primitiva se conserva la pequeña iglesia. Consta de de tres naves, crucero y cinco ábsides semicirculares, estando sepradas las naves por cuatro columnas y pilares cruciformes sobre llos que se apoyan el crucero y los arcos triunfales de las cinco capillas on bóbedas de cañón.
El convento así como la finca donde se encuentra pertenecieron al eminente doctor D. Carlos Jimenez Diaz que sufragó particularmente muchas de la rehabilitaciones que fueron necesarias para su conservación. El mismo bajo el testamento lo dono a la orden franciscana.
En los cu idfados jardines que rodean a la iglesia cabe destacar un pilón del siglo XVI, el paño de siete arcos renacentistas y un colosal nogal de más de doscientos años.
La entrada es gratuita aunque siempre esta en cada uno en hacer un pequeño donativo en el cepillo que se encuentra a la entrada. Aunque tiene horarios de visita establecidos, en la práctica se puede acceder fuera de estos si se tiene suerte como yo.