Cordillera de atlas

Realicé mi primer viaje a Marruecos en compañía de mi hija. Viajamos por varios sitios en bus y tren, pero cuando llegó el momento de partir hacia las Dunas de Erg Chebi me pareció una experiencia alucinante hacerlo por nuestros propios medios. Así que en Marrakech alquilamos un coche y partimos a la aventura. (Un consejo: Si se te ocurre alquilar un coche en cualquier ciudad de Marruecos pruébalo unos kilómetros antes de salir a la carretera. El nuestro, aunque parezca increíble, tenía poquísimos frenos).
No cuento la locura que fue salir de Marrakech y encontrar el acceso a la carretera 9, prefiero concentrarme en el cruce del Alto Atlas, una cordillera de espectaculares montañas desoladas que atraviesa de oeste a este el centro de Marruecos. A poco de dejar Marrakech comenzamos a ascender. Dejamos atrás los campos amarillentos y el paisaje se convirtió en roca pura. Estábamos en la zona más alta del Alto Atlas, cercana al pico Jebel Toubkal , que tiene 4167 metros de altura. De pronto no hacía más calor y el eterno cielo azul marroquí se había cubierto de nubes. Varias veces nos detuvimos a mirar el espectáculo desolado y gris que nos rodeaba. No se veía a nadie, sólo cada tanto aparecía un puesto de venta de cerámicas o piedras fósiles.

Bueno en nuestro viaje a Marruecos decidimos visitar el desierto. Estábamos en Marrakech así que decidimos empezar a bajar en dirección a Ouarzazate, ciudad en la que buscaríamos un guía o algo parecido para seguir bajando hacia Merzouga y sus dunas naranjas.
Al final cogimos los autobuses de la CMT que atraviesan el Alto Atlas. El paisaje es alucinante, y las distancias y los tamaños difíciles de reflejar en fotos, sin embargo los fuertes contrastes, la desnudez de la montaña, y los colores, no creo que dejen indiferente a nadie, además, qué mejor forma de "soportar" un viaje de cinco horas

Las montañas del Alto Atlas pueden verse nada más salir de Marrakech: Una cordillera de picos nevados que impresiona a todos los viajeros por su contraste con el seco clima del cercano desierto.

Si queréis disfrutar de este magnífico paisaje desde la carretera las mejores opciones son la de Tizi-n-Test y la de Tizi-n-Tichka, que unen Marrakech con Tarudant y con Uarzazat respectivamente.

El valle del Ourika, el más frecuentado de la zona, también es un escenario excelente para disfrutar de la naturaleza de esta zona de Marruecos y El Ukaimedén, Asni o Imlil son unos buenos puntos de partida para excursiones por el Alto Atlas.

Entre Marrakech y Ouarzazate se encuentra el atlas. Desde lo alto de la cordillera que divide Marruecos, se domina una vista imponente. Las cumbres son rojas, áridas. Muertas y el viento parece gritar furioso para echarte de allí. Muy lejos de la última aldea siguen apareciendo niños que tratan de vender pequeñas hierbas aromáticas que esconde la montaña. Valle abajo aparece el agua, no mucha, y con él la vida. Palmeras y algo de hierba rodean las casas que nacen de la misma arena, cómo si tan solo fueran una continuación del propio suelo.

Al este de Marrackech, el país bereber. Tres días de caminata con un guía marroquí para descubrir la belleza de Altlas, lejos del tumulto de la gran estación balnearia de Marrackech. Una experiencia muy gratificante que le aconsejo a todo el mundo que le gusta caminar sin caer en el espíritu del puro senderismo.