Diana Patricia Montemayor Flores
Entre manzanos, ciruelos y vides
Fundadas por los celtas entre el 200 y 100 antes de Cristo y nombrada villa por Carlos IV de Luxemburgo en 1349 la pequeña ciudad de Creglingen luce como si el tiempo no hubiese pasado. Ubicada en el valle del Río Tauber, el camino para llegar se encuentra rodeada de árboles de manzanas, peras y ciruelas; y a lo lejos, se ven las huertas de vides, ya que es una región vinícola.
El pequeño pueblo luce casi desierto, solo unas cuantas personas caminan por las pintorescas calles. Las casas mantienen la fisonomía de la edad media, aunque claro, hay algunas que han sido modernizado, pero aún así, la esencia del lugar pertenece a otros siglo. A mediodía se cierran los negocios y entonces si que nadie pasea por sus calles.
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