La frescura de lo natural
En Cuba les dicen arepas; en Francia, crepas; en Rusia, blinchiki. Estas deliciosas, finas tortas de harina son la especialidad de este oasis en la ruidosa y no siempre higiénica Habana Vieja. Con una original decoración de motivos naturales, en sus cómodos muebles se puede descansar después de haber recorrido el centro histórico, o mejor, prepararse para caminar cada rincón de él. Es deliciosa la crepe de guayaba y queso crema, pero también recomendaría la de leche quemada y frutos secos. Una de ellas, o cualquiera de los entrepanes, acompañados de una helada limonada frappé, le harán empezar bien el día.