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Fuimos a comer a la Cruz Blanca...
Fuimos a comer a la Cruz Blanca siguiendo la recomendación de un amigo. El restaurante está en la calle de Hortaleza, cerca de la plaza de Mendez Álvaro, pero puedes llegar a pie desde la Gran Vía bastante rápidamente.
Es un restaurante estilo taberna, que tiene una pequeña sala abierta con mesas bajas y barras más altas, a las que puedes comer con sillas elevadas. El servicio fue muy rápido y atento, pedimos el plato cruz blanca, que son patatas con huevos y quesos, y un poco de chorizo, platos de jamón y una selección de quesos, todo muy bueno, y lo mejor es que la cuenta fue ligera. Comimos cuatro personas, y nos salió en total 55 euros, sabiendo que tomamos varios vasos de vino y jarras de cerveza cada uno.
Un lugar agradable, en un barrio que tiene otros bares y lugares bonitos para seguir con tu noche. El único punto negativo tal vez es que había bastante ruido. A dentro se puede fumar.
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