Cruzando el río

Si, efectivamente las barcas de bambú existen. De hecho en mi visita a Hampi en el 2008 me sucedió algo bastante curioso. Regresando al lado del templo principal, en moto, se me fue un poco la olla con el horario, no sabía exactamente cual era la "ultima salida" de la barca a motor en la cual pasas la moto al otro lado del río y cuando llegue era demasiado tarde, ya el dueño o conductor de la barca había chapado.
Pues bien, en medio de una desesperación grande, ya que yo debía tomar el autobús a Hospet y luego otro a Bangalore, una pareja con la que tuve esta pequeña aventura, nos dejamos guiar por un niño de unos 10 años, hasta el bendito punto donde existen las barcas de bambú. Esto de noche, con la prisa y pensando en el cabreo que debía tener el dueño de la tienda de alquiler de motos, hacían de la situación bastante tensa, pero muy surrealista. Al final y luego de un gran regateo y según él (conductor de la barca de bambú) exponiéndose a que lo viera la policía y lo detuvieran, pasamos las dos motos en dos barcas al otro lado del río.

El río que baña Hampi separa las ruinas de un monte lleno de pensiones con unas vistas impresionantes de los templos a lo lejos. Hay varias formas de cruzarlo, y si se quiere evitar pagar al barquero (salen cuando está llena la lancha, cada media hora aproximadamente) se puede avanzar río abajo hasta dar con unas curiosas embarcaciones, hechas de bambú exclusivamente para cruzar de orilla. Las aguas son tranquilas y es una experiencia interesante si se tiene valor.