Cova d'en Xoroi

Después de visitar varias calas y lugares pintorescos de Menorca, llegamos a esta cueva escarbada en un espectacular acantilado; desde ella, las mejores vistas hacia el mar, el atardecer, las estrellas y la luna.

Como el lugar es ahora una mezcla entre discoteca, lounge club, mirador se puede disfrutar a diferentes horas y para todos los públicos. Si es para relajarse y ver la puesta de sol, por la tarde; si uno quiere fiesta, sesiones house y un toque de "desparrame" en esta tranquila isla, por la noche entonces.

Lo remiendo a todo el que vaya a Menorca!

Llegar hasta aquí fue realmente una verdadera odisea, no porque no estuviesen los caminos convenientemente señalizados, sino porque el tiempo era terrible, sumamente lluvioso y con mucho frío pero la experiencia de visitar este lugar de leyenda fue una vivencia inolvidable.
Cuenta la historia que entre estos peñascos perfumados por el aire de mar y su enorme belleza se guarda como un tesoro una historia de amor. Dicen que Xoroi, aparentemente el único sobreviviente de un naufragio, se refugió en esta cueva que hoy lleva su nombre.
Acuciado por el hambre solía salir a llevarse de los alrededores lo que podía encontrar para alimentarse, hasta que un día también desapareció una bella joven que estaba a punto de casarse, pasaron los días y los años y nadie más supo de ella.

Dicen que la Cova d'en Xoroi es uno de los sitios más visitados de todo Menorca. Bien aprovechado lo tienen. Se trata de unas cuevas naturales en la pared de un acantilado de la costa sur de Menorca que han sido reconvertidas en Bar Discoteca. Si se plantea la visita para tomarse algo mientras se disfruta de las fabulosas vistas del atardecer que se tienen desde allí el lugar es incomparable. Como visita hay que planteárselo bien. Para ver el atardecer la entrada cuesta 12 euros, incluye una consumición eso sí, pero independientemente de la edad del visitante, así que familias con niños es mejor replantearse la visita para entrar antes de las 17 horas y luego ver el atardecer desde el exterior, puesto que no deja de ser un bar montado, eso sí, en un marco incomparable.

Cuenta la leyenda que Xoroi era un náufrago pirata que habitó este espectacular acantilado. Robaba a escondidas a los campesinos de los alrededores y se enamoró de una joven rubia a punto de casarse, con la que formo su hogar en el misterio de la cueva. Con ella tuvo tres hijos. Pero, un día, en pleno invierno, los ganaderos siguieron las huellas que Xoroi había dejado en la nieve y dieron con su guarida. Sin escapatoria, Xoroi y su amada se lanzaron al mar desapareciendo en las aguas turbulentas. De sus hijos nacieron otros hijos en una larga descendencia que, dicen, no se ha extinguido aun en