Italiana, buen servicio y algo más.
Otro de los lugares por los que solíamos pasar y detenernos mientras caminábamos mirando la playa y el mar era este restaurante, ubicado en la planta baja de uno de tantos edificios que rodean el Paseo Marítimo, y en el que nos detuvimos alguna vez a saborear un rico zumo de frutas naturales mientras compartíamos una riquísima ensalada de hortalizas, vegetales, queso, trocitos de pulpo y gambas rociada con aceto, aceite de oliva y crema.
Entre sus ofertas para compartir al menos por dos personas, tenían arroz negro, paella valenciana, paella vegetariana, paella de mariscos, arroz caldoso, paella mixta o cazuela de arroz con almejas. En la carta menú se podían encontrar todo tipo de pastas, pizzas y pescados.