Del refugio de Orisson a Roncesvalles

Nos levantamos a las 6:30. La noche fue fría, muy fría, y dormimos a ratos. El almuerzo se sirve a las 7:00 y fue un poco escaso (café con tostadas con mermelada). La mañana era ventosa pero clara, hecho que nos dio buenas vibraciones para poder cruzar los Pirineos sin problemas. A las 8:00 ya estábamos preparados para empezar la ruta. Todos los peregrinos salimos a la misma hora y formamos una curiosa caravana. Pronto dejamos el pelotón y cogimos nuestro propio ritmo.

El intenso viento que soplaba dificultaba la marcha. El camino sigue paralelo a la carretera rodeados, en todo momento, de prados alpinos.