Pequeño capricho flamenco
Diksmuide, en francés Dismuide, es un adorable enclave flamenco, de esos limpitos y ordenados en los que parece que nadie rompió nunca un plato. Sin embargo, es esta una localidad que ha sabido reconstruirse tras la embestida de dos guerras mundiales. Merece la pena acercarse hasta esta pequeña ciudad de poco más de 15.000 habitantes que aún no ha sido colonizada por los turistas, muy especialmente si uno está interesado en conocer más sobre la historia de la primera y la segunda guerra mundial.
Es ideal para hacer una excursión de un día desde Brujas o Gante. Como no es grande en extensión en la misma jornada pueden visitarse a pie las Trincheras de la Muerte, la Torre de Yser y su museo interior, la Puerta de la Paz, el campanario, el ayuntamiento y el casco histórico, sus principales atracciones.