prueba el kouign-amann!!
Cerca de la península de Crozon y en el extremo occidental de Bretaña, Douarnenez se despierta cada mañana envuelta en brumas mirando al mar. Esta ciudad está abierta al mar a través de cuatro bahías y cuatro puertos, lo que la convierten en un verdadero oasis para los amantes de la vida portuaria. La atmósfera de cada muelle es única. Repletos de creperías, cafés y terrazas, las callejuelas esconden talleres artesanos y casas de pescadores. El paseo de Plomarch está lleno de vida y alboroto.
Si te gustan los barcos, tienes una oportunidad magnífica de ver el Puerto-Museo (junto al Puerto Rhu), uno de los enclaves más antiguos de la ciudad. Nuestros pasos nos llevan hacia la aldea de Plomarch donde, entre los pinos, se divisa la bahía. Es una postal preciosa que ha inspirado a numerosos pintores por el color del paisaje. El paseo nos lleva entre ruinas romanas y, al final, a la playa del Ris.
En Douarnenez se hace uno de los pasteles bretones más tradicionales: el kouign-amann. Esta delicia es una receta de finales del siglo XIX. Puedes encontrarlo en las tiendas que exhiban el cartel “auténtico Kouign-amann de Douarnenez”. En la vida habrás probado al más delicioso que el kouign-amann. Date tu tiempo para disfrutarlo!! El pastel sólo tiene un día de vida así que hay que comérselo rápidamente. Pero deja sitio en el estómago porque las crêpes te esperan en la siguiente pastelería!!
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