Jano Montano
Este veranos nos alojamos una semana en...
Este veranos nos alojamos una semana en este hotel de Chicago y resultó una elección correcta, aunque mejorable. Los Doubletree son una marca de gama media de la cadena Hilton, pensados sobre todos para viajeros de negocios, a medio camino entre las tres y cuatro estrellas. Por el precio y las prestaciones, este hotel se sitúa más cerca de las cuatro, pero como la mayoría de servicios de esta categoría son de pago, digamos que es un 3,5 estrellas y va que arde...
La ubicación es buenísima, a dos manzanas de la Magnificent Mile y a apenas diez minutos andando del Navy Pier. Por este lado, ninguna queja. Más bien, al contrario.
Las instalaciones son correctas y adecuadas a su categoría. La habitación, bien equipada y de un tamaño correcto, aunque algo justo para dos camas king-size. La piscina exterior, también en buenas condiciones y con vistas a los rascacielos de los alrededores. El lobby, amplio y agradablemente decorado, muy animado y con un bar con TV, bonito pero caro.
Lo malo de este hotel es lo que no incluye en su precio. Que el parking sea de pago tiene un paso teniendo en cuenta los precios del aparcamiento en la zona (17$/hora). Pero el desayuno no viene incluido, ni la conexión a internet. Sólo hay un hotspot en la zona del lobby. Por suerte, descubrí que si iniciaba la conexión en el lobby y luego subía a la habitación, podía seguir conectado... Pero, vamos, por lo que cobraban no tenía por qué recorrer a trampitas.
El minibar era de pago, obviamente, y no había espacio para guardar nada. Es más, bastaba con retirar cualquier cosa para que un sensor te lo cargara inmediatamente en tu cuenta. Dicho sensor parecía diseñado para detectar movimientos sísmicos, ya que se activaba a la menor vibración...
Dejando aparte estos peros, resultó un buen hotel, pero no creo que repita. En su gama de precios hay mucha oferta en Chicago y creo que la próxima vez buscaré algo que incluya todos esos extras que faltaron.
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