Duomo de Verona

El Duomo de Verona (catedral de Santa María Matricolare) se erige sobre los restos de dos iglesias paleocristianas que se derrumbaron en 1117 a causa de un terremoto. De estilo totalmente románico, el Dumo de Verona fue consagrado el 13 de septiembre de 1187. Su estructura se ha ido transformando con el tiempo debido a las sucesivas restauraciones a qué se ha visto sometido, pero en ninguna de ellas se ha modificado la planta del edificio.

Su privilegiada situación - en pleno centro histórico y a unos escasos cinco minutos a pie de la Piazza delle Erbe - y su indiscutible encanto hacen del Duomo de Verona una parada indispensable en cualquier recorrido por esta increíble ciudad.

El Duomo de Verona se encuentra situado en el centro histórico de la ciudad, cerca de otros atractivos turísticos como la Casa de Julieta o la Torre Lamberti.

Desde el otro lado del río Adige, junto al Puente de Piedra, se puede contemplar su torre desde lejos.

Su fachada es preciosa, es sin duda la iglesia más bonita de Verona.

En cuanto al interior, se puede visitar por 2,5€. Si se tiene la Verona Card, la entrada es gratuita.

Nosotros no pudimos ver el interior al completo, ya que llegamos en horario de misa, y entonces solo dejaban caminar a los turistas por la parte que está junto a la puerta.

La Catedral de Verona es otro de los preciosos monumentos que tienes que conocer al visitar la mágica ciudad. Es tan bonita por dentro como por fuera y se encuentra muy bien conservada.

Tip: La entrada es gratuita.