Un sitio para no ir
Un sitio para no ir. Según llegamos nos encontramos a dos camareros discutiendo, cuando le decimos de comer el menú fuera, nos dicen que por política de la casa no se puede, que fuera solo carta, lo aceptamos, porque lo que me apetecía comer no estaba en ella.
Después nos dicen que no hay sitio en el comedor que si queremos podemos comer en una de las mesas altas, comentar que cuando me dirijo al baño veo mesas libres, imagino estarían recogiendo y por eso me lo dijo. Empezamos mal cuando me tengo que acercar yo a por la carta después de 15 minutos con la bebida, pido los dos menús y cuando nos traen el primer plato con mala presentación, pero no estaba mal de sabor viene lo mejor el segundo, lo que yo pedí arroz no me lo ponen ya que se habían equivocado al apuntar y me dicen que si lo quiero tengo que esperar 15 minutos más, entenderéis que me niegue, y me comí el solomillo que estaba negro por tener pinta que no limpian la plancha, parrilla o sartén donde las hacen y para terminar cuando pido la cuenta tardan tanto que tengo que acercarme yo a la barra del tiempo que taran en traérmela y porque me considero cívico y no me voy a ir sin pagar.