El mundo a tus pies
El Parque Provincial Aconcagua, ubicado en la provincia de Mendoza, es un área natural protegida desde 1983. Tiene una superficie de 70.000 hectáreas y aloja el cerro Aconcagua, que con sus 6.962 metros de altitud, es el más alto del mundo después del Himalaya. Como dato característico, sus cumbres más altas están cubiertas por glaciares, de unos 300 metros de espesor.
A pesar de ser un terreno montañoso árido y con poca vegetación en las laderas, el Parque Provincial Aconcagua ofrece al visitante unas vistas extraordinarias, de una belleza única, que se puede apreciar incluso en días nublados de verano (aunque esto suponga no poder contemplar la cima del Aconcagua, como ocurrió en nuestro caso).
A lo largo del sendero turístico, de unos 2 Km de recorrido, podremos observar la Laguna Espejo, el Río Horcones, la pared sur del cerro Aconcagua, y la Laguna de Horcones, todo perfectamente señalizado y con paneles explicativos en español e inglés. Este circuito es accesible durante todo el año, mientras que las actividades que van desde trekking hasta campamentos base y ascenso a la cumbre, sólo se pueden realizar durante la temporada oficial del Parque Aconcagua, que suele ser de noviembre a marzo.
A pocos kilómetros de la entrada del Parque y bajando a los 2.700 metros de altitud, nos encontraremos con el Puente del Inca (una formación rocosa que forma un puente natural sobre el río Las Cuevas), el Cementerio de los Andinistas (el cual encierra historias de misterio y años de abandono), y Los Penitentes (formaciones rocosas que aparentan una peregrinación de monjes y cuyo centro de esquí posee más de 300 hectáreas de superficie esquiable).
Con una tranquilidad abismal y unas vistas increíbles, el Parque Provincial Aconcagua es, sin duda alguna, uno de mis rincones favoritos, un lugar que te hace desconectar del mundo... dejándolo a tus pies.


