E.Sonia Requejo Salces
Llega el otoño y los árboles lo saben
Uno de los placeres otoñales, es encontrar una mañana soleada, tras la fuerte rociada y escarcha en los prados. Son a la vez recuerdos de mi niñez, entonces mucho mas frecuente que ahora.
Un domingo para acometer una ruta circular de 12 Km, por senda, bosque, brañas disfrutando de la naturaleza, partiendo de un pueblo precioso y muy bien conservado, Bárcena Mayor.
Pasado el puente de piedra a mano derecha iniciamos el ascenso por antiguos caminos, perdidos, en otro tiempo concurridos para ir a trabajar al monte.
Un momento clave, adentrarse en bosques donde los árboles caducifolios, se van preparando, para la época progresivamente con menos calor y luz.
Tendrán que ahorrar recursos ya que al no producir clorofila, de ahí sus verdes intensos que se van retirando. Apareciendo pigmentos, tras la fotosíntesis tan compleja en las hojas moribundas.
Los tonos tan cromáticos son ideales la verdad, los naranjas (betacaroteno), el rojo (antocianos) o el amarillo tan presente, casi dorados (de los flavonoles). Así hasta que el bosque en conjunto, se torna en colores mas cálidos, hacia los marrones y morados hasta perder las hojas.
Disfrutando a pie sobre un manto de hojarasca otoñal, para conocer su hábitat, castaños, robles, chopos, fresnos, gran numero de abetos con frutos rojos.
Los helechos en todos los tonos, muchos aun muy verdes según la zona del valle y en otros tramos ya muy pigmentados. Momentos de mezcla cromática en las laderas, entre los verdes aun de los pinos, abetos, con los naranjas, amarillos dorados de las hayas y sauces.
En el interior sombrío del bosques, entorno al robledal y los castaños, con sus abundantes castañas, época de disfrutar de sus frutos "la magosta o castañas asadas" olores del otoño.
Me llamo la atención el manto tan grueso de musgo es todo un espectáculo, tapizando grandes superficies. A su vez aparecen las bellotas, germinando su fruto que gozada ver sus brotes haciendo sus pinitos.
En el sotobosque es momento de recolectar las setas, boletus una delicia, que escasea este año por el clima.
Y entre pastizales de montaña, con una ascensión que temía personalmente, me paso factura, por favor que mal llevo los ascensos. Bueno tras llegar con mucho esfuerzo, la ultima al Coteruco del Berrón.
Cotero situado a más de 1200 m sobre el nivel del mar, como no tener unas vistas espectaculares, al fondo el pueblo de los Tojos, nunca lo vi a vista de pájaro. Tras descanso y comida, iniciamos el descenso entre brañas con mucho escajos, brezales por caminos ganaderos, sendas viejas hacia los valles en recuperación.
Para ir así cerrando la ruta circular que se desarrolla en el corazón de este hermoso parque natural del Saja, me alegro de conocerla, no así de lo que me costo.
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