A tan solo dos cuadras del parque...
A tan solo dos cuadras del parque principal, se encuentra lo suficientemente alejado para no escuchar la bulla de los turistas y poder disfrutar de la verdadera esencia del pueblo mas lindo de Colombia.
Lo mejor es que el hotel se amolda a los horarios de uno, nunca hay que correr para levantarse a desayunar, en cualquier momento puedes pedir un snack o algo de tomar, pero eso si si quieres hacer uso del restaurante hay que reservar previamente. Cuando dijimos que queriamos cenar, Daniel, el chef solo nos preguntó por si algo no nos gustaba o nos sentaba mal, y a partir de ahí creo todo un menú con entradas ensaladas, un lomito con salsa de frutos rojos deliciosos, que nos sorprendió ya que en ningún momento nos quiso decir lo que iba a presentar, pero nos dejo participar en todo el proceso de elaboracion así que se convirtió en una manera ideal de pasar una tarde diferente. Los precios son mas que asequibles en comparacion con lo que encontramos en el pueblo.