El Cedro

Frondosos bosques eternamente verdes, nieblas cargadas de vital humedad, caminos que parecen sacados de películas de fantasía, árboles centenarios de los que cuelgan musgos como barbas de abuelo, leyendas de brujas y guanches..¡Bienvenidos a Garajonay!
Estamos entrando en una máquina del tiempo, ya que la laurisilva que nos rodea es una auténtica reliquia del pasado, porque conservan parte de la flora de los bosques que hace millones de años poblaban el área mediterránea y que ahora casi exclusivamente se encuentra en La Gomera.
Desgraciadamente como consecuencia de la acción humana, el monteverde canario ha sufrido un gran retroceso, quedando apenas un 20% de su superficie original.

Uno de los puntos más visitados del Parque Nacional de Garajonay, El Cedro es un bosque de Laurisilva en el que vamos a encontrar una impresionante colección de laurel y helechos. Su aspecto, sombrío y húmedo, con su riachuelo, recuerda a los parajes de cuentos de hadas, e inspira a la leyenda. Junto al mismo, el Caserío del Cedro, una aldea de agricultores casi íntegramente dedicada al turismo rural hoy día. Entre las pocas casas y fincas se puede ver todavía el bosque, esta vez entremezclado con palmeras y otras plantas que dan un aspecto más alegre al verde valle.
La fiesta y procesión que se celebran cada año a finales de Agosto fueron canceladas durante décadas, ya que fue una de esas fiestas la causa de un desastroso incendio que devastó el Cedro. El bosque ha sido desde entonces cuidado y mimado por los habitantes de la isla, y su inclusión en el Parque Nacional de Garajonay ha permitido que recobre su anterior esplendor.

Organizamos el día contratando un taxi para empezar a caminar desde Contadero y bajar por el sendero hasta los Telares en el bonito pueblo de Hermigua. El sendero discurre por el Cedro, este bosque único centenario con su Laurisilva en su máximo esplendor, musgos, líquenes, agua, frescor, árboles retorcidos, la bruma, grandes helechos, cascadas, etc. Nunca había sentido algo igual haciendo trekking. No te lo puedes perder!!

Caminar por los numerosos senderos que hay en el bosque del Cedro de la Gomera significa adentrarse en un increíble mundo en el que gobierna a su antojo una extraña, exuberante y prieta vegetación. Una vegetación que no te permite dirigir tus pasos donde quieres sino que te obliga a seguir una ruta marcada por muro vegetal infranqueable. Árboles retorcidos cubiertos de líquenes y musgo que se descuelgan creando un paisaje fantasmagórico que, sin embargo, proporciona un ambiente de paz que se te mete dentro y te hace desear no tener que abandonarlo jamás

Riachuelo q recorre las entrañas frescas, verdes y brumosas del bosque de El Cedro, La Gomera. Islas Canarias.