El Miami de Puerto Rico
Los visitantes de San Juan, capital de Puerto Rico, suelen llegar con la idea de que Condado es sólo un barrio "chic" donde se encuentran un buen puñado de hoteles, parte de ellos frente a la costa y la playa, restaurantes y tiendas de lujo. Además de contar en su población con un buen número de viajeros que se alojan en sus hoteles y de ser un barrio muy volcado en el turismo, cuenta también con una nutrida población de extranjeros que residen y trabajan en este Estado Asociado de la Unión.
Dentro de sus márgenes no tiene ningún monumento histórico o artístico de gran interés. Lo más destacable además de sus playas son unos cuantos parques.
Paseando desde el principio de la Avenida Ashford en dirección a Viejo San Juan, vamos encontrando parques como el Antonia Quiñones, el Nacional Laguna del Condado ( que permite practicar algunos deportes náuticos y darse un baño en la playa), el Nacional Plaza de la Libertad o el de las Nereidas...
Espacios verdes que se alternan con las playas de rubia arena y hoteles que van desde sencillas guest houses hasta establecimientos del más alto nivel de cadenas como Radisson, Marriot o el indestructible Hilton San Juan, pegado a las antiguas construcciones defensivas de la capital.
Para quien como a mí le guste correr o simplemente pasear, este recorrido presenta todo un muestrario de la vida moderna portorriqueña.
Desde las grandes tiendas de lujo, los altísimos hoteles que forman un skyline que se refleja en el mar con una elegancia única, pasando por el verdor de los parques, siempre frecuentados por locales y visitantes, el oro de la arena de las playas o el azul del inmenso océano Atlántico, Condado tiene algo que pocas veces he encontrado en mis viajes, esa mezcla de hormigón y verde que pocas veces resulta atractiva, pero que en este caso te atrapa y te deja melancólico cuando la dejas atrás.
Condado tiene ese magnetismo único...


