El estanque del loto

Dice la leyendo local, que la ciudad de Gwalior debe su nombre al sabio Suraj Sen, un príncipe del siglo VIII, que se perdió en el camino cuando iba a una cacería. Cuando llegó a una colina aislada, se encontró con un anciano llamado Gwalipa, preguntandole dónde había algún lugar donde encontrar agua potable, el sabio lo llevó a un estanque y al sumergirse en sus aguas no solo se apagó su sed, también se le curaron unas lesiones de lepra que tenía.

En agradecimiento, el príncipe le quiso ofrecer algo a cambio, y el sabio le pidió que construyera un muro en la colina con el fin de proteger a los otros sabios de los animales salvajes que a menudo les atacaban.