Pedro Jareño
Desde El Monasterio, aún se puede ...
Desde El Monasterio, aún se puede seguir subiendo. Y hay que hacerlo, claro. A pocos pasos, uno se encuentra con un curioso cartel que reza: "Todas las direcciones", "EL fin del mundo". Y como que da miedo al mismo tiempo que se tiene un "deja vu" y se acuerda uno de Finisterre. A la hora de la verdad, todos llevan a una estupendas vistas del valle de Araba. Tremendas.
Uno de esos lugares en los que te puedes quedar a mirar pasar la vida. Sobre todo, si te encuentras con María, una canaria que vive ahora con los beduínos en Petra y que ayuda en un "chiringuito" con vistas al desfiladero. Una chica fantástica que transmite vitalidad y alegría.
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