Este sitio es para darte el gusto de tomarte algo sentado en tú cómodo sillón y contemplando la alhambra.
Es un sitio caro, un tinto te cuesta 4€ y una cerveza o un café 3€, no te ponen tapa sólo frutos secos. Pero aún así merece la pena pagarlo.
yo de vez en cuando me doy el lujo.
Lo más importante de este restaurante son las vistas tan maravillosas a la Alhambra. Para comer o cenar tienen comida muy rica, o también si se prefiere se puede tomar algo, dependiendo la hora.
Se encuentra en el Mirador de San Nicolás, al cual se puede acceder andando o con el autobús 31 que sale desde Plaza Nueva. Mi recomendación es que se haga andando ya que de camino hay lugares muy bonitos y panorámicas alucinantes de toda Granada.
No repetiría! Pagar mucho por mal servicio, ese es el resumen. Lo único bueno son las vistas, y las puedes tener en otros lugares. El vino blanco servido a una mala temperatura, no te ponen nada para acompañar, ni unos frutos secos. Eramos 2 y la cuenta fue de 17€. Los camareros son muy poco profesionales, nada atentos y hablan a voces de cosas que nada tienen que ver con el trabajo.
Servicio nefasto!!.
Aunque las vistas son estupendas, no volvería. Las camareras son olvidadizas, tardaron 1 hora en sacar dos panecillos de pan, que decían estaban horneando, no se puede reservar mesa en la terraza y después resulto que tenían alguna mesa reservada , en fin, un desastre de servicio.
Situado a los pies del Mirador de San Nicolas, la carta no es muy variada para comer, pero compensa las increíbles vistas de la Alhambra. Ideal para tomar una copa tranquilo de noche acompañado de tu pareja.
Aparte de tener unas vistas maravillosas, enfrente de la Alhambra, y tener una decoración muy bonita, los platos están riquísimos. Es muy romántico, os lo recomiendo si queréis sorprender a vuestra pareja.
Las vistas eran únicas pero dos cervezas 11 euros es un atraco!