A lomos de un Gigante!!!
Cómo empezar a describir lo que no tiene palabras... Recuerdo que salimos de casa con nuestros tres niños de 5, 6 y 7 años todo decididos a encaramarnos en lo alto del Monsacro, sólo que no nos hablaban de que fuese sencillo, y más con los peques.
Iban con toda la ilusión del mundo al pensar que serían unos de los pocos niños que llegaron a la cima, y conforme iban subiendo más ganas tenían.
Sinceramente, el camino es un pelín duro, pero mágico... Con las pilas cargadas y las chuches en el bolsillo, llegamos al Tejo que crece en la roca... que por más que lo miraba, no me imaginaba pomo podía ser...