Restaurante de raciones y menús, pero en la barra te ponen muy buenas tapitas, sobre todo las gambas a la plancha que la sirven con la bebida.
Destacar la amabilidad de los camareros de la barra aún teniendo muchos clientes que servir
Hoy a mediodía hemos decidido visitar la playa cercana a este antro, no había nada cerca para comer y decidimos ir a reservar una mesa.
El gran señor que nos atiende, pequeño con gafas, me da reserva de 15:30 horas a 16:00 horas de la tarde. Íbamos 10 adultos y dos bebés de año y medio.
A las 17:00 tres de las personas mayores que me acompañaban y los bebés se marchan, porque no era normal ya la hora que era.
Nos sentamos en la mesa 20 minutos más tarde y nos sirven una paella, previamente encargada, con el arroz más duro que un cuerno.
Nos levantamos a pedirle por lo menos pan y con cara de cachondeo nos dice "pan no hay a estas horas".
