Cuna del este de la ciudad y de tradiciones culturales.
Hablar de "El Pedregal" es remontarnos a la época de la colonia en Venezuela, a esa Caracas de los techos rojos.
El Pedregal era una porción de terreno rocoso que existía entre las antiguas haciendas El Blandin (Hoy Country Club) y San Diego (Hoy La Castellana). Estos terrenos pertenecieron a la familia Bolívar y en 1839 se vendieron a María del Carmen y José Matías Blanco, quienes se consideran los primeros habitantes de esta aldea rural.
Esta primera familia tuvo 9 hijos y en 1899 tuvieron la astucia de tramitar la titularidad de estas tierras.
Llega el boom petrolero con la entrada del siglo XX, y las compañías constructoras adquirieron las haciendas colindantes para construir las urbanizaciones que hoy conocemos como el Country Club y La Castellana. De hecho, trataron de desalojar a las primeras familias que vivían en El Pedregal, pero nunca se imaginaron que estas tierras tenían legítima ocupación, no solo por tradición sino también legal.