Chema Alcázar
Un descubrimiento!
Magnifica experiencia. Me encantó todo, hasta el trato de los camareros, algo que en pleno agosto es de agradecer. El atún salado por ellos está riquísimo, las gambas fritas, el cazón en adobo y la molla (brótola) -ambas frituras crujientes y exentas de aceite pringoso-, al atún rojo vuelta y vuelta... para volver, sin duda.